jueves, 24 de octubre de 2013

Actividades en grupo o familia de Samhain 4ª Parte: "Año Nuevo Celta"



Actividades en grupo o familia de Samhain 4ª Parte:
"Año Nuevo Celta" 






La comida especial de Samhain


     En la Ontoenergética del Otoño decía que se trata de una estación contractiva. En esta estación contractiva, la vida a nuestro alrededor ya se está aletargando, ha perdido vigor y con los días cortos y grises se nota la amenaza del frío y la oscuridad. En cierto modo se produce un duelo, un desapego puesto que hay muchas cosas que van muriendo a nuestro alrededor y otras que se pierden. Ahora es el momento de soltar, de fluir; de atesorar lo esencial e integrarlo como algo existencial, es decir convertirlo en conocimiento y sabiduría. Ya vimos que el tomar hacia dentro (hacia el ser) y el soltar (entregarse, fluir) se manifiesta en el órgano de los pulmones y la función respiratoria. El aspecto del Aire del Río interior; y que el otro órgano asociado con el soltar los contenidos ya no necesarios, lo que ya no nos sirve, es el intestino grueso.
     Vimos que las emociones asociadas son la aflicción o pesar y el duelo; emociones que nos permiten soltar, desapegarse; quedarnos ligeros de cargas, condición que permite un menor gasto de energía y un ahorro de la misma. Repasemos el apartado “Ontoenergética del Otoño”.

    Allí también apunté que el sabor asociado al Agua/Aire del Oeste es el picante presente en la pimienta, algunos pimientos, en el jengibre, nabos y rábanos, ajos y cebollas. El sabor picante produce un calentamiento inmediato del cuerpo y una sensación inmediata de sed como medio refrigerador. Los fluidos corporales (sudor, saliva, moco y la propia sangre) empiezan a correr con lo picante;  así como también estimula los fluidos digestivos facilitando la digestión. El efecto de lo picante, como dijimos, es de limpieza de tejidos.
 
     La fase media del otoño pide asimismo alimentos más contractivos cuanto más avanza, como son bulbos y tubérculos, frutos secos; todos ellos tienen su energía concentrada en los tallos subterráneos, en las raíces o dentro de duras cáscaras (nueces, almendras, avellanas, castañas…) y cereales. Ahora el exceso de alimentos expansivos (dulces) o demasiados alimentos crudos (propios del verano) debilitan el tránsito hacia lo contractivo interno y puede llevarnos al abatimiento.
 
     Ahora ya tenemos la pista para armonizar la alimentación en esta fase del ciclo anual con el ciclo adaptativo personal. Y ahora, en Samhain, vamos a armonizar la celebración del fin del año celta, la permeabilidad de los mudos terrenales con la “otra realidad” y con el apogeo otoñal.

     En Samhain se suele celebrar la cena, a la que sigue, en nuestra tierra (Cataluña) la “castañada”. Como es habitual cada comunidad tendrá asimismo sus costumbres específicas que se deben incorporar.  

Es costumbre reservar un lugar en la mesa para las personas amadas que ya han fallecido o colocar en ella algo que las represente o recuerde. Es común servir un plato con un poco de toda la comida preparada y una copa con un poco de bebida en una plaza que dejamos vacía que corresponde a nuestros antepasados recordados y honrados (quizá no habría suficiente espacio en la mesa para reservar a todos y cada uno de ellos, por ello lo comprimimos en sólo uno). Durante la cena podemos recordarlos y relatar vivencias con ellos. Asimismo, acabada la cena, es tradicional apartar este plato y esa copa y colocarlos en el exterior, sea en el exterior de la ventana, o de la puerta del apartamento, o, si se tiene jardín o terraza, en ella; para los espíritus que deambulan por ahí.
     Samhain es apropiado para preparar platos que consideremos patrimonio de nuestra herencia cultural (cada cual la suya, provenga de donde provenga), con ello asimismo honramos a nuestros antepasados.
     Los platos con un cariz contractivo y caliente ahora se hacen adecuados. Las sopas calientes y los guisos en los que figuran elementos de la cosecha como las legumbres (garbanzos, judías, guisantes y lentejas) son adecuados; además, tradicionalmente, se le suele añadir algo de maíz.

     Todos los platos ya expuestos en Mabon son igualmente satisfactorios para Samhain (ensaladas tibias, sopas, guisados, con setas de la estación, etc.), pero para adecuar al significado de esta celebración concreta sugiero el tomar como ingrediente de los platos el uso de la calabaza. Así una sopa de calabaza o puré de calabaza sería muy adecuado como primer plato.

     Ahora expongo una sencilla receta de puré de calabaza común en mi hogar:

 
Para entre 4 y 5 personas.
      Se toma una calabaza pequeña o la mitad de una grande y se reduce su pulpa a cubitos de 2x2 centímetros. Pelamos tres zanahorias grandes en pequeñas rodajas y tres o cuatro patatas según tamaño cortándolas en rodajas de medio centímetro de grosor. Ahora en la olla ponemos suficiente aceite de oliva para sofreír lo preparado.
     Cuando el olor y el color nos muestra que está lo suficiente sofrito, lo cubrimos de agua, se le añade la sal al gusto y se deja en la olla a presión fuerte unos siete minutos. Seguidamente se pasa por la batidora para convertirlo en puré. Mientras se bate se puede añadir algo de crema de leche para darle sabor y textura.
     Después se puede servir decorándolo con motivos de la celebración: dibujar una bruja, o una calavera, o una calabaza o quizá una telaraña con crema de nata.
     Una sugerente propuesta y parecida es la que proponen para Samhain Cait Johson y Maura D. Shaw en su ya reiteradamente citado libro “La Magia de la Tierra” (págs. 164 y 165)
“Sopa de calabaza y patata dulce de Samhain”
     Para 4 o 6 personas.


     Ingredientes:
 Dos patatas dulces o batatas peladas y cortadas en dados.
Una cebolla de tamaño medio troceada.
Uno o dos dientes de ajo, en láminas.
Dos cucharadas de mantequilla o de aceite de oliva.
De cuatro a seis tazas de caldo vegetal.
⅓ De taza de calabaza (fresca o enlatada) cocida.
Nuez moscada recién rallada y jengibre al gusto.
Sal al gusto.
½ taza de crema de leche ligera.
     Proceso: Cocer las patatas, la cebolla y el ajo en la mantequilla o el aceite durante varios minutos hasta que estén ligeramente dorados. Añada el caldo vegetal hasta cubrirlo todo y llévelo a ebullición. Cueza hasta que las patatas estén blandas, aproximadamente unos 25 minutos.
     Añada la calabaza, la nuez moscada, el jengibre, la sal y convierta la mezcla en un puré mediante la batidora. Añádale la crema de leche y vuelva a poner toda la mezcla en la sartén. Déjela calentar de nuevo y añada caldo si es necesario hasta que se convierta en una cremosa sopa. Sírvala en pequeñas calabazas, con una gota de nata agria si lo desea.
     De segundos se puede proceder con platos de setas como en Mabon (ver comida especial de Mabon).
     La bebida adecuada para Samhain para adultos es la cerveza, en especial la negra con o sin alcohol, o el vino tinto al gusto. Para los niños zumo de manzana viene a ser lo tradicional.

Huesos de santo
     Como postres lo tradicional son los pastelillos de calabaza como cabello de ángel o mermelada de calabaza regando pastelillos de bizcocho.  Panecillos dulces con pasas o galletas con calabaza.
Pannellets

. Aquí en España se acostumbra preparar la “castañada” con castañas asadas y boniatos igualmente asados. En Cataluña se añaden los “panellets” tradicionales, pero en otros lugares se utilizan igualmente postres dulces de mazapán como los “Huesos de santo” de Madrid, Castilla  y León; o los huesos de San Expedito en el sur de España. Los buñuelos de viento también son tradicionales de esta fecha.

Huesos de San Expédito.



El grupo familiar o de amigos en Samhain.



     Estamos en la mitad del otoño, las últimas cosechas ya han quedado atrás. De igual modo los árboles caducos se han despojado de sus hojas, los días son muy cortos y aparecen las noches frías cubriendo la naturaleza con su escarcha. El año vital muere y aparece la oscuridad fría e inhóspita. Estamos hoy en el “Día Fuera del Tiempo” del calendario celta. Ayer murió el año, hoy estamos en un tiempo especial en el que ayer un año ha muerto y mañana nacerá el nuevo año. Fuera del tiempo, en contacto con las fuerzas del Misterio y conforme va muriendo asimismo el día, se desdibuja el límite entre dos mundos. El inmaterial, el del misterio pierde sus límites con el crepúsculo y se confunde con el material; se interpenetran ambos creando una situación mágica, especial y única. Es el instante en que acontece el meollo de la celebración y la posibilidad de conectar y obtener conocimiento directo del Misterio.

     Antes del encuentro los participantes ya habrán leído todas estas líneas y habrán considerado la indumentaria o disfraz oportuno.  Ya los  tendrán preparados. Como ya se ha comentado con anterioridad, los disfraces deben ser sencillos, hechos con elementos domésticos y de ropas viejas o recicladas. Durante el encuentro no dispondremos de tiempo para prepararlos, así que traerlos preparados desde casa; sobre todo por parte de  los niños que jugarán libremente con ellos. En los adultos no son necesarios, pues nos pitaremos y/o haremos máscaras.

     De todas formas, cuando la celebración se hace en familia, es en la mañana de Samhain cuando se realizan los últimos retoques de los mismos. Del mismo modo que también es el momento de realizar una visita al cementerio, especialmente si hay en él algún ser querido pudiéndole dejar alguna ofrenda especial (una carta dirigida a él/ella o un ramo de flores secas. Luego pasead por el cementerio observando las tumbas, leyendo las inscripciones, imaginando como era la vida en esas fechas pretéritas o viéndose reflejado en esa persona que falleció con tu misma edad. Pregúntate sobre el sentido y el significado de tu vida.    

      Si lo que realizamos es el encuentro ontoenergético para celebrar Samhain, lo primero que vamos a efectuar, como siempre, el respetuoso saludo a la Sagrada Rueda de la Vida, honrando las Ocho Puertas al modo tradicional; con ello nos sumergiremos en un estado de consciencia no-ordinaria y nuestra atención en sus fenómenos. Este es el fin que pretendemos, el expander nuestra consciencia y advertir su poder, la atención, desde los limitados confines de lo ordinario, mecánico y egotista hacia lo trascendente con sus fenómenos maravillosos y contactando con el misterio que constituye lo que nos rodea y nosotros mismos. Samhain, en un estado incrementado de consciencia es el momento más oportuno para adentrarse en los confines del Misterio. Los antiguos druidas lo hacían así. Es el mejor momento para evaluar lo ilusorio de muchas de nuestras creencias e ideas, de nuestros actos y deseos a la luz de la consciencia de nuestra inminente muerte. Situaros en un estado de consciencia no-ordinario es el mejor modo de experimentar intensamente y sabiamente Samhain.

      Una vez imbuidos por el estado de consciencia adecuado ya podemos adentraros en la naturaleza plenamente otoñal impregnándoos de su energía, su espíritu; contactado con las sensaciones y sentimientos que os evoca, su poder; y dándonos cuenta de cómo afecta a nuestro sentir y entender la vida, su medicina. Esta vez no se trata tanto de recolectar, sino de contactar con su esencia energética. De todas formas, recojamos hojas otoñales que os atraigan, bellotas de encina o de roble si los hay, setas que reconozcamos y que deseemos comer y compartir. Puede haber frutos de madroño y de rosal silvestre que, tras las primeras heladas, se ablandan haciéndose para su utilización en infusiones ricas en vitamina C. Como siempre declaro, el caminar debe ser un acto de plena consciencia. Nos movemos a través de la Madre Tierra, ahora con la apariencia de pérdida de poder y de vigor, con aspecto de anciana y sabia. Seamos portadores de nuestro tabaco como ofrenda de gratitud por todo cuanto nos entrega y hacia el espíritu de las plantas que recogemos por su abnegada entrega. Sintámonos plenamente conscientes del contacto con ella y de estar formando parte de ella; que todos nuestros sentidos estén despiertos y dándonos cuenta, en todo momento, de los olores, de los diversos sonidos que la vida aún genera, del contacto de nuestras manos tocándola, acariciándola y de que caminamos amorosamente sobre ella. En este estado puede acontecer el deseo intenso de abrazar un árbol y de entregarse a la confluencia con su poder.
     De vuelta, aportando lo recogido y compartiendo lo experimentado ya podemos adentrarnos en las siguientes actividades.
     Vamos a preparar el altar, con el que nos aproximaremos nuevamente al significado de la Sagrada Rueda de la Vida que estamos reproduciendo como un mandala. El altar hoy es especialmente un santuario alrededor del cual vamos a realizar gran parte de las actividades. Seamos conscientes que de aglutina poder, que acogiendo y reuniendo el de los presentes, lo amplifica envolviéndonos con él.
     No nos entreguemos ociosamente en divagación; tenemos mucho por hacer y el tiempo transcurre inexorablemente. Pongamos un mantel sobre la mesa de trabajo y empecemos por preparar las lámparas-guía de espíritus. Repartamos los nabos disponibles y las calabazas entre todos. En pequeños grupos procedamos a su diseño u preparación. Dejemos que el espíritu de colaboración y el apoyo mutuo se una a las sensaciones y sentimientos que la actividad nos produce. Compartamos estas sensaciones, sentimientos y comprensiones en una fraterna conversación. A medida que las vamos acabando, preparemos  nuestras bolsas de judías-runas, de forma que cada cual obtenga la propia, ayudando, si hay pequeños, en pintarlas, confeccionar las bolsas y decorarlas.


     Con todo ello ya hemos creado el ambiente de Samhain. Si estamos en el hogar lo podemos decorar con velas en forma de calabazas o de brujas y gatos negros; tenemos aún parte de los adornos de Mabon como las hojas secas, los candelabros otoñales, los frutos secos (especialmente consistentes en castañas), las  granadas, los madroños y frutos de rosal silvestre. El añadirles figuras descarnadas como calaveras o esqueletos de plástico complementa el escenario. Si lo hacemos en el grupo ontoenergético, lo realizaremos con lo que hemos preparado y encontrado hasta el momento.
     Ahora podemos adentrarnos en la siguiente actividad consistente en preparar y realizar la comida de esta misteriosa celebración. Entre todos los participantes con las funciones y responsabilidades repartidas se cocinan los platos otoñales, plenamente conscientes de manejar los preciosos dones de la Madre Tierra y, como en Mabon, plenamente conscientes de que mientras la vida de la cosecha se sacrifica en la cocina, se va convirtiendo en lo que será nuestra propia vida. Cada ingrediente en la preparación del menú es algo que muere o ha sido sacrificado para nuestra vida; y tanto ello como nosotros somos hijos de la diosa, lo que nos recuerda que lo que comemos está hermanado y se sacrifica por nuestra vida. Después en la mesa, con los platos en ella, seamos conscientes de que estamos alrededor de un altar y esta comida es, hoy, un rito especial. Un bello acto sería entre todos tomarse de la mano y cada cual, en su turno, manifieste su disposición de entregarse al Misterio, a lo desconocido en las próximas horas.
     Dejamos que la comida sea tranquila, silenciosa y meditativa (si es posible) y amorosa.
     Tras la comida y sobremesa, lo justo para realizar sin prisa lo propuesto, retiramos los platos y mientras los fregamos tengamos presente que asimismo limpiamos nuestro ser de las adherencias de egoísmo y de impurezas en nuestro espíritu.
     Ahora es el momento de afrontar la primera actividad intensamente misteriosa del encuentro. El realizar y experimentar el viaje psíquico al encuentro de nuestro animal de poder.  Realizaremos un grupo de adultos y otro de niños. Luego en grupo grande relataremos nuestro viaje, compartamos la experiencia y efectuemos una rueda que nos ayudará a descubrir y comprender el poder del trabajo que acabamos de realizar.
    Como la tarde avanza, antes de que nos sorprenda el crepúsculo, ultimemos los detalles de nuestras indumentarias o disfraces para Samhain, especialmente en los niños, elaboremos las máscaras y pintémonos para la ocasión. De todo ello, en los días anteriores ya nos hemos ocupado. Ahora tan sólo es necesario hacer los últimos retoques y guarnecernos con todo ello. Mientras lo hacemos ya iremos viendo como cae la tarde y se acerca el crepúsculo.

     Aparece el crepúsculo, alegrémonos si el cielo se enciende de colores, si no observaremos cómo cambia el modo de luz, observémoslo con plena conciencia, imaginemos y visualicemos como el sol hundiéndose e el horizonte se adentra en las profundidades del mundo oscuro, de la “otra realidad”. Cuando haya desaparecido su ígneo disco en el abismo arquetípico empecemos a prender el fuego de Samhain e la chimenea.
    Ha llegado el momento de encender las lámparas guías de los espíritus que colocamos, si estamos en casa en las ventanas señalando las Cuatro Direcciones, invocando sus guardianes y poderes míticos para que protejan nuestro círculo interior. Y se acerca el momento del festín.

      Al igual que hemos hecho al mediodía, preparamos comunitariamente la cena, el genuino festín de Samhain, y la realizamos con la plena consciencia de que compartimos los mismos platos y asiento en la mesa con nuestros amados fallecidos tanto recientes como lejanos. Participamos historias de ellos y de los amigos que nos han dejado, con afecto, alejándonos de todo aquello morboso o crítico; los estamos recordando y honrando como si estuvieran verdaderamente presentes. ¿Quién puede asegurarnos de que tal vez efectivamente nos acompañan hoy? Contemos sus historias y anécdotas entrañales y divertidas que les hagan revivir o imaginar su presencia a nuestros hijos. Si hay duelo o dolor por la pérdida, este momento constituye un bálsamo sanador que compartimos entre todos. Seguidamente levantamos la mesa, la recogemos, fregamos los cacharros de acuerdo a la actitud de limpieza asimismo en nuestro ser.

     Seguidamente si lo celebramos en el hogar y se da la costumbre de ir casa por casa en el vecindario a la caza de caramelos, seamos conscientes de que actualizamos una antigua costumbre de origen medieval en la que a cambio de algo de comida, se ofrecía plegarias por los difuntos del hogar; o la versión más actual norteamericana de que a cambio del dulce o pastelito se hace alguna dramatización del personaje representado mediante el disfraz. Tratemos de evitar el aspecto travieso del “Truco o trato” y, sobretodo, no caer e la repugnante idea de causar alguna trastada a quien nos caiga antipátic@ o no responda favorablemente a nuestra demanda. El ir por la calle por la noche, a través del frío, cogidos de la mano, quizá con una lámpara de Jack en la mano, es una vivencia que impresiona; y más si por el entorno hay algunas o muchas calabazas encendidas.
     Si estamos en el grupo ontoenergético podemos dramatizar entre todos lo que nos sugiere los atuendos elegidos o improvisados y, mientras los niños juegan, los adultos nos pongamos a considerar qué significado o comprensión os aporta. Observando a nuestros hijos en sus juegos también nos damos cuenta de qué enfrentan con su lúdica dramatización.
     Si en familia, cuando se regresa al hogar, al igual que en el encuentro ontoenergético, procedemos a agruparnos alrededor del fuego y del altar. Si aún o está encendido, ahora se enciende y procedemos a las actividades sincrónicas. En primer lugar utilizando junto a los niños las judías-runas.

 
     Démonos cuenta de que no se trata de un juego ocioso, sino de convocar el misterioso poder de la sincronicidad adecuado a nuestras vidas. Mentalicémonos y ayudemos a mentalizarse a nuestros pequeños. Luego, cada cual a su turno, se hace la solicitud de la orientación a la que aspira. Recordemos que no responden a preguntas concretas, sino que aporta orientación, información o sugerencia comprensiva. Cada cual elige la forma de consulta, ya sea extrayendo una única runa con su significado; o con las variantes de extraer tres o cuatro, como en su apartado se precisa. Ya sabéis que después es conveniente formularse alguna pregunta respecto a la implicación de su significado con el discurrir de la vida actual y considerar los resultados con los pensamientos y sentimientos asociados. La dinámica del grupo lo hará esclarecedor para todos.
     El segundo lugar, sólo entre adultos, profundizaremos en el misterio de Samhain al modo druídico utilizando el caldero y las cartas del Tarot Osho Zen; aunque igualmente es válido cualquier otro tipo de baraja adivinatoria de las existentes en el mercado. Como ya sugerí en su momento, el resultado de esta actividad se afianza compartiendo con los demás participantes la inspiración, comprensión y sentimientos; y recibiendo de ellos sus desapegadas devoluciones.
     Con esta comprensión y visión sincrónica vamos a prepararnos para realizar el ritual de Samhain ante el altar. Aprovechamos los resultados de las runas y cartas del caldero para decidir de qué actos, creencias, hábitos o conductas inconvenientes deseamos desprendernos; y las anotamos en un papel con el que acudiremos al ritual.
     Nos agrupamos entorno del altar de Samhain, ya pleno, y efectuamos su ritual. Cuando vosotros lo hagáis no es necesario seguir una pauta en concreto, cada cual puede idearlo conforme a su sentir, pero es útil que alguien haga de oficiante. Sirva, por ello el que propongo a continuación como ejemplo, pero se corresponde a mi sentir, quizá os inspire el vuestro  personal. Recordemos que un rito es un momento de consciencia amplificada, de comunión grupal y puede suponer una experiencia iluminadora. Por ello debe ser sentido y no simplemente una dramatización.

El ritual de Samhain.
Se precisa un oficiante que se sepa el rito y lo sienta propio.
Lo primero es la limpieza energética de la estancia si se hace en un interior, si es en el exterior, este paso no es necesario, pues no hay adherencias energéticas, a no ser que algún acontecimiento significante haya acontecido en el lugar recientemente o históricamente. Al hacerlo visualizar que se ahuyenta toda negatividad. En Ontoenergética lo hacemos sahumando el lugar con salvia, copal o incienso de cedro.
Seguidamente, con el mismo sahumador, o con un bastón de olor se purifica el oficiante y a todos los participantes. Así se crea un sentimiento de pureza y favorece la entrada en un estado de consciencia acrecentada.
Antes de empezar el ritual el oficiante medita acerca de la muerte, recuerda a los amigos y familiares que han muerto; recuerda que la muerte es sólo un paso para iniciar un nuevo ciclo de renacimiento y vida y que la Otra realidad es nuestro verdadero hogar.

Ahora el oficiante se dirige al Norte, invoca al guardián del Norte, al Espíritu del Aire y de todos los alados, Señor de la Mente Pura y del Espíritu del Guerrero.
Ahora se dirige al Este, invoca al Guardián del Este, al Espíritu de la Luz y el Fuego y de todos los seres de sangre fría que puebla la Tierra, Señor de la Inspiración, de la Iluminación y Creatividad y de la visión de la Verdad Interior.
Seguidamente se dirige al Sur, invoca a la Guardiana del Sur, a la Señora de la Vida y Naturaleza con todos sus seres vegetales y de cuatro patas y sangre caliente, Señora del Amor, de la nutrición y Salud.
A continuación se dirige al Oeste, invoca a la Guardiana del Oeste, a la Señora de todas las Aguas y de todos los seres que las pueblan. Señora del Misterio, de lo insondable y oculto, de la Otra Realidad, de la Puerta de la Muerte; del depósito universal de la Sabiduría.
Seguidamente se procede a la invocación por la festividad celebrada, a Samhain: Guardianes de las Cuatro esquinas del mundo, en este día de Samhain, os invoco y convoco para que protejáis este santuario y lo llenéis de vuestros poderes.
Ahora invoca a “Todas nuestras Relaciones” con “Mitakuye Oyasin”, y a nuestros ancestros, a nuestros parientes, amistades, comunidad y humanidad, a todos los seres visibles e invisibles que nos acompañan en este mundo solicitando su apoyo.
Hecho esto se invoca a la Abuela y Madre Tierra, esencia de todo cuanto es material y vive, que nos crea, sustenta y ama. Declaramos ser uno con ella.

Y finalmente se dirige al Gran Misterio, fuente de toda energía, consciencia y vida; declarando aspirar a “ser uno con Él”. Luego el oficiante refuerza “Todo es una Totalidad”. “Todo es Uno”. “Todo es Gran Misterio”.
Se ha realizado un giro completo alrededor del altar, ahora se procede a realizar otro convocando el poder y significado de las Ocho Puertas Sagradas de la Rueda Medicinal:
Convoco el poder de la Puerta de Yule, la del desafío, la de la Voluntad e Intento de Vivir; concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Imbolc, la de la aspiración al despertar de la consciencia, concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de Puerta de Ostara, la de la inspiración y creatividad; concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Beltane, la de la energía vital de la fertilidad y sexo; concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Litha, la de la energía del Amor y plenitud, concedeos tu poder en la celebración de Samhain.
Convoco el poder de la Puerta de Lughnasah, la puerta del amor sabio, leal y fiel, concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
   Convoco el poder de la Puerta de Mabon, la puerta del Misterio, sabiduría y desapego, concédenos tu poder en la celebración de Samhain.
 Hoy convocados en la Puerta de Samhain; celebramos y potenciamos tu poder para que lo extiendas por todo el mundo.
Que vuestra presencia proteja y purifique las Ocho Puertas y todas ellas nos aporten su fuerza y poder.
A continuación enciendo el fuego del altar, situado en el caldero del sureste y la vela diciendo:
“En esta noche de Samhain los dos mundos se cruzan. El Padre Sol acude al Mundo Oscuro y frío. También es ahí donde acuden quienes se han ido y se irán después. Oh Gran Oscuridad Sagrada, tú que acoges a los caídos y guías mis pasos por lo desconocido, ayúdame a comprender tus misterios. Enséñame cómo de la Oscuridad nace la luz y cómo la luz regresa a la oscuridad”
Ahora tomo el papel en el que escribí todo aquello de lo que deseo liberarme, lo leo en voz alta, y mirando fijamente a las llamas digo:
“Sagrada Abuela de la Luna Menguante, Señora de la Noche estrellada, En el fuego de tu útero entrego lo que me atrapa para que se transforme en libertad. ¡De la oscuridad, luz! ¡De lo confuso, autenticidad! ¡De la muerte, renacimiento!”
Si el oficiante ha pendido fuego en el caldero deja caer el papel en él, si está usando una vela sostiene el papel en la llama de la vela hasta que se queme. Al quemarse, el mal, la ignorancia desaparece al ser consumida por los fuegos universales. Que sienta y visualice como todo aquello que le aqueja se va quemando junto al papel que ha echado al caldero. Que se sienta renovado y de gracias a la diosa.
Ahora los demás participantes arrojan sus papeles al caldero igualmente, o a una llama de chimenea o de otro modo exprofeso mientras repiten la misma declaración. 
“Sagrada Abuela de la Luna Menguante, Señora de la Noche estrellada, En el fuego de tu útero entrego lo que me atrapa para que se transforme en libertad. ¡De la oscuridad, luz! ¡De lo confuso, autenticidad! ¡De la muerte, renacimiento!”
La Naturaleza queda marchita y estéril mientras el sol cruza el Oeste, el lugar del Misterio.
Me dirijo a las Cuatro direcciones y sus guardianes:
-          Cuatro Esquinas del mundo, ayudadnos a obtener la sabiduría.
-          Guardián del Norte, con tu aire barre nuestra importancia persona, que podamos obtener la consciencia pura (soplo el aliento con agua floral por el altar y presentes).
-          Guardián del Este, quema nuestro temor y que nazca nuestra verdad. (Todos hacen una ofrenda de salvia al fuego).
-          Guardiana del Sur, concédenos tu abundancia, tu amor y cuidado y recibe nuestro amor (cada cual arazá al compañero).
-          Guardiana del Oeste,  riega con el agua purificadora el mundo desvelando el asombro de tu misterio (Se salpica el altar y a los presentes con algo de agua del altar).
-          Y a todos nuestros ancestros, las generaciones venideras y a todos los seres visibles e invisibles que comparten con nosotros este mundo. Apoyadnos para que la plenitud y armonía acontezca.

    Ahora me dirijo al altar de Samhain tomo una vela blanca o de té y la unge con aceite esencial de salvia; que recuerde que la manera de ungir las velas es desde el centro a los extremos, mientras lo hace dice:
   “Consagro esta vela para que de luz a los espíritus que nos visitan esta noche.”
    Deposita la vela dentro de la calabaza y la enciende con una cerilla mientra dice:
     “Con esta vela y con su luz os doy la bienvenida espíritus en esta noche de Samhain”
     Ahora nos sentamos y meditamos acerca del envejecimiento, el desapego y la muerte; todo ello necesario para el renacimiento. Permanecemos así unos momentos en estado meditativo.
Y nuevamente me dirijo al altar para realizar el cierre diciendo:
-          Agradezco a los Siete poderes de  la Sagrada Rueda de la Vida:
-          Gracias Guardián del Norte, por tu espíritu guerrero.
-          Gracias Guardián del Este, por tu luz e iluminación.
-          Gracias Guardiana del Sur por tu amor, abundancia y Salud.
-          Gracias Guardiana del Oeste por tu sabiduría y misterio.
-          Gracias a los antepasados y demás seres que compartís este mundo por vuestro apoyo.
-          Gracias Abuela Tierra por concedernos y cuidar nuestra vida.
-          Gracias Gran Misterio por darnos vida y consciencia.


Y ahora dirigiéndome a los presentes:
-          Que el poder de Samhain nos acompañe y permita vivir conforme al Misterio. Que nuestras generaciones venideras puedan seguir asimismo la Sagrada Senda de la Vida.

Apago las velas y prosigo:
-          Mitakuye Oyasin.   – Todos contestan: Ahó.

      Dejo que el fuego siga ardiendo junto al incienso, coloco la calabaza con la vela cerca de la ventana y la dejo arder hasta que se consuma concluyendo así el ritual.

    Llega el momento de tomar el bol con agua del altar y sentándonos todos a su alrededor lo escudriñamos, nos concentramos en él en un estado de cierto trance dejando que nuestro ojo interior perciba. Para ello visualicemos que una potente espiral de energía procedente del corazón de la Tierra de color plateada entra en nosotros por nuestro hueso sacro, en la base de la columna vertebral y asciende girando velozmente alrededor de nuestra columna vertebral hasta alcanzar la cabeza y la coronilla, de donde se dirige al infinito; y luego otra espiral de origen celeste de color dorada que entra por nuestra coronilla y desciende velozmente en espirales alrededor de la columna hasta descargarse en el suelo a alcanzar el corazón de la Tierra. Visualicemos y sintamos a ambas como se abrazan en nuestro ser produciendo un estado muy especial.  A veces en el agua se perciben imágenes, o en la mente. En otras ocasiones son palabras o impresiones las que aparecen. Sea lo que sea es algo valioso e importante. Luego, tras unos instantes compartamos lo que hemos percibido, sentido o pensado.
     Permanecemos en silencio meditativo observando el fuego o la calabaza y cuando cada cual note que llega el momento de acostarse, se retira respetuosamente. Estando bendecidos por la presencia de nuestros antepasados, y con el misterio y profundidad de nuestra sabiduría interior, damos la bienvenida con corazón al Nuevo Año celta. Antes de acostarse tomar algo de agua para facilitar el soñar. ¡Que tengáis felices y ricos sueños!

    El alba de Samhain debe esperarse con expectación. Veamos el nacer del día y con él el Nuevo año en su Etapa oscura. Contemplemos el Sol Naciente y apliquemos la técnica de absorber la energía del sol. Tras ello se puede volver al descanso alguna horita más o ya empezar las actividades del día.
     Realizamos el desayuno comunitario reencontrándonos tras el descenso al mundo del misterio en el dormir. Espontáneamente pueden surgir comentarios acerca de sueños; ahora puede ser un buen momento para profundizar en ello.

     En los trabajos de ayer nos centramos en la permeabilidad entre los dos mundos, es el honrar a nuestros finados y a desarrollar trabajos de tipo sincrónico e los cuales el Ser profundo, apoyado por lo multidimensional nos brinda pautas y sugerencias para ajustarnos a la autenticidad y verdad de nuestro Ser. Ahora vamos a recoger el desafío y emprenderemos el reto de ponerlo en práctica. Además de las sugerencias de ayer noche, vamos a desnudar nuestra consciencia contactando con la manifestación cotidiana de nuestras inconsistencias, incongruencias y contradicciones. Vamos a determinar detalladamente con claridad, discernimiento, objetividad y desapego nuestras pautas rutinarias y negativas que empañan nuestra luz interior. Nadie nos retiene en las tinieblas tan contundentemente como nosotros mismos y nuestros apegos a lo que no funciona, a nuestra negación del verdadero poder que poseemos para transformaros y transformar nuestro mundo. Somos humanos porque e su momento transformamos nuestro entorno físico creando uno cultural; pero ahora renunciamos a este poder y a seguir evolucionando por vendarnos los ojos y no prestar atención al ímpetu de nuestro poder de transformar y crear un nuevo mundo en el que podamos seguir evolucionando hacia la actualización del potencial humano. 

     La forma en la que normalmente interactuamos con el mundo y con nosotros mismos es con “Hacer”, es considerarse un objeto, una cosa muy compleja e importante, pero cosa a fin de cuentas en un Universo de cosas de diversa importancia. Nuestra manera normal de funcionar y relacionarnos es a través del “Hacer”, Siempre estamos tratando de hacer cosas. Hacer trabajos, hacer viajes, hacer planes, hacer yoga, hacer el amor… hacer, hacer. Nuestra mente es una compleja máquina que sólo sabe hacer… esto, aquello, lo otro, todo. Es asunto es justamente este, es una máquina, es un programa mecánico que se nombra a sí mismo, que se define a sí mismo y que se modifica a sí mismo para lograr hacer más y mejor. A eso le llamamos YO, pero no lo es, es simplemente la imagen, el programa de aquello que definimos como YO, como identidad. A ese YO le llamo Ego, porque se identifica con lo que se puede o no hacer y consecuentemente con criterios de utilidad o fracaso. Procurar no fracasar o fallar cueste lo que cueste y engrandecerse con el éxito es el objetivo del Ego; es decir hacer constar la importancia de la que alguien se cree merecedor.

     “No-Hacer” es renunciar a este juego de desdicha y desgaste. Es darse cuenta que lo que la mente se toma tan a pecho es simplemente un espejismo que parece plenamente real. Esto es justamente lo que empezamos a trabajar partiendo del estímulo de dos mitos relacionados con Samhain. El de Morrigan con Dagda y el de Perséfore con Hades. A partir de ello confeccionamos un inventario de nuestro entender mental (”Hacer”) y le aplicamos el criterio de la sabiduría consistente en claridad, objetividad, discernimiento y desapego. Con el material obtenido se idearán “No-Haceres” que tienen como objetivo desestructurar el pegamento de la mente y permitir que pueda emerger el Ser con su consciencia y atención, con sus valores y sus sentimientos. Y permitir que nuestra personalidad se intente liberar de sus cadenas y pueda volar en el aire de la libertad y creatividad.
    Por último emprenderemos un intenso y transformador trabajo muy conectado con la esencia de Samhain: “La Muerte como maestra”. El “Hacer” consiste  en crearnos la ilusión de que el hecho de vivir está lleno de…”haceres”. El Ser subyace ahogado entre tanto “hacer”, y entonces la muerte aparece como la realidad incuestionable. De lo único que podemos estar seguros es que moriremos. Con la muerte la mente que se sostiene en sus “haceres” desaparece en un mortal y absoluto vacío, en la nada. ¿La nada? ¿Y el Ser? ¿Qué pasa con el Ser y la muerte? (…) Lo vemos a nuestro alrededor en la naturaleza y esencia del otoño. Samhain, el centro del otoño, año tras año nos lo enseña desde los tiempos más remotos. Lo intentaremos descubrir con la actividad de Entregarse  a la muerte y luego Danzar a la muerte.

     Finalmente habiendo comprendido el valor de la vida, vamos a danzar nuevamente de forma diferente. Vamos a tomar los instrumentos naturales y dispongámonos para agradecer y celebrar nuestro mutuo apoyo en esta festividad de Samhain; dejemos brotar nuestro sentir de modo lúdico y divertido a través de la libre expresión de ritmos, cantos y bailes centrando nuestra conexión con la Madre Tierra ahora como una anciana sabia. Exterioricémoslo mediante nuestros ritmos, cantos y bailes compartiéndolo con todas nuestras relaciones.
     Sintamos el entrañable sentimiento de finitud al final del encuentro, abracémonos, despidiéndonos y mantengamos en nuestro corazón toda vivencia obtenida con su sabiduría adquirida.

Aquí doy por concluido este ensayo dedicado a la festividad de Samhain.



Ernesto Cabeza Salamó